Se trata de hacer que la vivienda resulte atractiva sin que nos cueste un riñón, pues no olvidemos que en el fondo, de lo que se trata es de sacarle un dinerillo y por tanto los a priori inciertos ingresos deben superar claramente a los costes.
Por eso, ante todo hay que evitar poner muebles de alta gama y optar por soluciones económicas de impacto, salvo que te dirijas a un segmento de mercado VIP, para lo cual tu vivienda tiene que ser en sí especial en sí misma. Emplear papeles pintados (una opción barata y muy atractiva) o poner el énfasis en los complementos y el estilismo final, son trucos para no gastar un dineral y conseguir a la vez un espacio sugestivo.
¿Tu piso es costero? Si lo es, ponle el toque navy o ibicenco.
Pueden encantarte los pisos clásicos a lo Palacio de Versalles. Puedes ser de los que adoran los visillos rosas con bodoquitos o la personalidad del estilo Kitch. Pero si lo que tratas es de alquilar un piso vacacional, olvídate de lo que te gusta a ti y piensa en lo que le gusta «a la mayoría».
Ten en cuenta además que muchos de los usuarios de este tipo de viviendas son jóvenes, parejas, alguna familia con niños o profesionales, pero en general de 40 para abajo, así que tiende más a la decoración moderna e informal que al clasicismo barroco.
Es cierto que es bueno diferenciarse y arriesgar un poco, pero si pones un estilo demasiado personal podrías llegar a un nicho de mercado y quedarte con él entero, pero con un riesgo: igual son pocos. Así que huye de pisos multicolor o muebles Reina Ana y opta por estilos más jóvenes, informales y neutros como el escandinavo o el contemporáneo.
Ten en cuenta que un turista no se va a poner a cocinar un pavo asado ni va a comprar comida para 2 meses: como mucho cogerá cuatro cosas en el súper y desayunará en casa, pero no hará un uso intensivo.
Esto te permite incorporar la cocina al salón, evitar grandes módulos de almacenaje y colocarla en cualquier hueco para agrandar visualmente el espacio o maximizar la luminosidad (no olvidemos que luz y espacio suelen ser los dos símbolos del lujo en cuanto a la vivienda se refiere).
Además, podrás también ahorrar en electrodomésticos: sustituye el horno por un microondas, prescinde del lavavajillas o coloca un refrigerador a media altura en lugar de un combi. Así reducirás la necesidad de espacio en la cocina y tu bolsillo lo agradecerá.
Dale el estilo para el tipo de huésped que quieres atraer.
Despeja la casa. Vale que en nuestra vivienda habitual parece que siempre falta sitio para todo, pero un piso vacacional no necesitas llenarlo de estanterías, amplios sofás en L o dejar un cuarto sólo para el trabajo: un par de baldas decorativas, un sofá acompañado de un puf o pequeño sillón de apoyo y un escritorio incorporado al salón para consultar internet, harán que el piso resulte mucho más agradable, espacioso y económico.
Piensa que dado que los turistas suelen venir por poco tiempo, basta con proyectar el almacenaje suficiente en toda la vivienda como para guardar 2 ó 3 maletas además del kit básico de la casa (sábanas, productos de limpieza, vajilla de supervivencia, etc.)
De ahí que por ejemplo puedas ahorrar en caros y grandes armarios (basta uno sencillo combinado con algunas perchas de pared en la entrada).
También podrás ahorrarte camas-canapés que permitan almacenar ropa de temporada bajo la cama (basta un somier con patas) o costosos muebles de baño (la propia encimera o una balda decorativa pueden bastar).
Igualmente, en lugar de completos muebles de TV, en ocasiones bastará con una bancada y una balda, o bien una sencilla televisión colgada en la pared.
Si tu piso tiene vistas al mar o está en el meollo de la ciudad frente a edificios antiguos, jardines o bonitas plazas, ya tienes mucho ganado. En este caso, aprovecha las vistas y sácales partido a la hora de reformarlo colocando grandes ventanales o ventanas de una sola hoja para que el conjunto parezca un cuadro.
Las flores y las plantas siempre decoran y dan alegría en cualquier estilo. Por eso te recomendamos coloques alguna planta de hoja grande sobre suelo y alguna pequeña planta decorativa en alguna balda o módulo de pared, así como alguna orquídea a la entrada, en el alféizar de la ventana o en la encimera del baño.
Sin embargo, aunque somos fans de lo natural, en este caso te recomendamos decantarte por las plantas y flores artificiales, ya que al no ser tu vivienda habitual es muy probable que no se cuiden lo suficiente o se apochen en poco tiempo, lo que da mala imagen en general. En el mercado hay un montón de opciones que te hacen difícil distinguirlas de una natural a menos que te acerques, así que ánimo y a por ellas ;-)
A los turistas les gusta estar en contacto con su gente cuando están fuera, así que el que puedan conectarse gratis al wifi al llegar a casa es todo un «must», que puede hacer incluso descartar unos pisos frente a otros.
A veces les bastará con el móvil, pero otras vendrán con tablets o incluso portátiles. Para esos casos y para los profesionales que vienen por poco tiempo es aconsejable dejar un pequeño hueco para trabajar con el ordenador ¡facilítales la labor!
Pocos, sencillos y bien escogidos.
Es la clave no sólo para no agobiar y ampliar la sensación de espacio sino para facilitar la limpieza posterior y el tiempo dedicado a ella. Además, a menos adornos, menos riesgo de que alguno se rompa o estropee y haya que tirar de la fianza, que siempre es desagradable.
Da igual que cuentes con uno o dos dormitorios aparte: un sofá cama en el salón siempre te permitirá alojar a más personas y ganar visibilidad en los portales de alquiler vacacional, ya que entrarás en un mayor rango de búsquedas.
Sin embargo, sobrepasar excesivamente el número de personas puede acarrear en el confort de la vivienda vacacional ¡No te olvides!
Unas velitas para una velada romántica, un juego de accesorios de baño que no parezcan sacados del supermercado o un libro fotográfico o turístico relacionado con la ubicación donde se encuentre la casa son detalles que el turista no espera y que por tanto mejorarán su experiencia y favorecerán las recomendaciones, tan importantes en estos casos.
Autor: Alberto Morell