Para poder reducir los gastos de tu vivienda vacacional, primero deberás analizar de de donde provienen los consumos de tu vivienda.
Aquí te mostramos los datos ofrecidos por la Organización de Consumidores y Usuarios OCU, para que puedas observar de donde provienen los gastos más comunes de las vivienda.
Calefacción: media anual de 5.172 kWh (50,3 %)
Electrodomésticos: 1.924 kWh (18,7 %)
Agua caliente: 1.877 kWh (18,2 %)
Cocina: 737 kWh (7,2 %)
Iluminación: 410 kWh (4 %)
Aire acondicionado: 170 kWh (1,7 %)
Te recomendamos que siempre tengas en cuenta la calificación energética para los aparatos que compres. Además, es muy recomendable de que revises toda la vivienda con el fin de que cambiar aquellos aparatos que tengan un consumo excesivo.
Empieza por lo sencillo y económico, como es la iluminación. Revisando, sustituye todas las bombillas incandescentes o halógenas por bombillas de tipo LED, esto hará que tu consumo en bombillas se reduzca el consumo en un 90% con respecto a las bombillas incandescentes.
Pegatina de clasificación energética
¿Tu piso es costero? Si lo es, ponle el toque navy o ibicenco.
Pueden encantarte los pisos clásicos a lo Palacio de Versalles. Puedes ser de los que adoran los visillos rosas con bodoquitos o la personalidad del estilo Kitch. Pero si lo que tratas es de alquilar un piso vacacional, olvídate de lo que te gusta a ti y piensa en lo que le gusta «a la mayoría».
Ten en cuenta además que muchos de los usuarios de este tipo de viviendas son jóvenes, parejas, alguna familia con niños o profesionales, pero en general de 40 para abajo, así que tiende más a la decoración moderna e informal que al clasicismo barroco.
Es cierto que es bueno diferenciarse y arriesgar un poco, pero si pones un estilo demasiado personal podrías llegar a un nicho de mercado y quedarte con él entero, pero con un riesgo: igual son pocos. Así que huye de pisos multicolor o muebles Reina Ana y opta por estilos más jóvenes, informales y neutros como el escandinavo o el contemporáneo.
Ten en cuenta que un turista no se va a poner a cocinar un pavo asado ni va a comprar comida para 2 meses: como mucho cogerá cuatro cosas en el súper y desayunará en casa, pero no hará un uso intensivo.
Esto te permite incorporar la cocina al salón, evitar grandes módulos de almacenaje y colocarla en cualquier hueco para agrandar visualmente el espacio o maximizar la luminosidad (no olvidemos que luz y espacio suelen ser los dos símbolos del lujo en cuanto a la vivienda se refiere).
Además, podrás también ahorrar en electrodomésticos: sustituye el horno por un microondas, prescinde del lavavajillas o coloca un refrigerador a media altura en lugar de un combi. Así reducirás la necesidad de espacio en la cocina y tu bolsillo lo agradecerá.
Dale el estilo para el tipo de huésped que quieres atraer.
Autor: Alberto Morell